"Se trata de coger un corcho normal de botella, se muerde hacia la mitad y se habla con él mordido. El ejercicio completo empieza por leer un texto corto o contar del 1 al 10 por ejemplo, pronunciando lo mejor posible. Después hacer lo mismo con el corcho mordido por la mitad, más o menos, procurando que se entienda bien lo que digamos, hacerlo muy despacio hasta conseguirlo. Para terminar volver a pronunciar el texto o números sin el corcho en la boca, aunque solo sea para ver los resultados."
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