domingo, 19 de abril de 2015

Escrito por vacaciones de Juan Toledo

Desde el blog de Juan os dejamos este texto escrito comentando las vacaciones pasadas, cualquiera que se quiera animar a escribir podeis enviar o poneros en contacto con la asociación.

En la situación en que la mayoría de los laringectomizados nos encontramos, sobre todo durante los primeros meses quizá años, cualquier situación distinta a la cotidiana puede convertirse en una aventura, en algo que nos hace cambiar de vida, salir de nuestras rutinas. Y no me estoy refiriendo a situaciones especialmente distintas a lo que antes hacíamos, más bien lo contrario, a situaciones que antes eran normales y que debido a nuestro estado pueden convertirse en especiales.
Voy a comentar una de estas situaciones. Las vacaciones. Nada más agradable y deseable que unas vacaciones. Pues en nuestro estado puede convertirse en un pequeño conflicto interno. No sabemos como vamos a reaccionar ante situaciones distintas a las cotidianas. Tomar una decisión sobre donde ir e incluso si ir o no puede ser todo un cúmulo de incertidumbres. Voy a tratar de ayudar a que esta situación sea lo menos conflictiva posible.
Completo aquí




Efectos secundarios de la radioterapia

La radioterapia, al mismo tiempo que elimina células enfermas, puede afectar a los tejidos sanos cercanos al área de tratamiento y como consecuencia aparecen efectos secundarios, sólo en la zona que ha recibido el tratamiento.

Los efectos secundarios de la radioterapia son difíciles de prever con exactitud, ya que dependen de múltiples factores como son la zona del organismo donde se realiza el tratamiento, la dosis, el fraccionamiento y la susceptibilidad individual de cada persona. 

En algunas se producen efectos mínimos, mientras que en otras, éstos son más serios y es necesario administrar tratamiento médico para su control.

  • Efectos secundarios generales 
    • Cansancio (astenia)
      Es frecuente que durante el tratamiento radiante, te sientas más cansado de lo habitual. El tratamiento en sí produce poco cansancio, pero puede ser consecuencia de otros tratamientos asociados y del desplazamiento diario al hospital.
      Esta sensación es temporal y desaparece algún tiempo después de finalizar la radioterapia. Aunque algunas personas continúan realizando sus tareas normales, es aconsejable que descanses unas horas tras recibir la sesión de radioterapia. 
    • Reacciones en la piel
      La piel del área tratada puede sufrir alteraciones muy similares a una quemadura solar.
      Tras dos o tres semanas de radioterapia aparece una coloración rojiza (eritema). Según avanza el tratamiento va adquiriendo una coloración más pigmentada y oscura, que desaparecerá en uno o dos meses tras finalizar la terapia. 
    • Caída del pelo (depilación)
      La radioterapia destruye el folículo piloso, por lo que aproximadamente, a las dos o tres semanas de iniciar el tratamiento se aprecia, exclusivamente en la zona irradiada, una caída de pelo.
      En este caso afectará a la zona de la barba del cuello que está siendo tratada. Esta depilación es permanente.
  • Efectos secundarios específicos 
    • La mucosa es altamente susceptible al efecto de la radiación, provocando alteraciones (mucositis) que aunque no son graves, pueden resultar molestas. Estas comienzan a apreciarse tras una o dos semanas de tratamiento. Según avanza el tratamiento van apareciendo pequeñas heridas en la mucosa (aftas), que aunque en la laringe no se ven, provocan dificultad y molestia al respirar, y dificultad para hablar. La afectación de la mucosa de esta zona se llama laringitis
    • Es muy frecuente que, debido a la alteración de la mucosa se produzca una infección por hongos. En el caso que esto ocurra, tu médico te recomendará el tratamiento más adecuado, solucionándose en pocos días. 
    • A esto suele unirse también la aparición de dificultad para tragar (disfagia), y puede asociarse una sensación nauseosa y pérdida del apetito y del gusto, que dificulta más la alimentación del paciente. 
    • Es habitual también que se produzca sequedad de la cavidad orofaríngea (xerostomía). 
    • Si el paciente no se opera y recibe radioterapia exclusiva en la glotis por un tumor pequeño, puede aparecer disfonía o  afoníapor inflamación de las cuerdas vocales.

Todas estas alteraciones pueden impedirte que te alimentes correctamente, por ello, es importante que le notifiques, cuanto antes, a tu oncólogo radioterapeuta cualquier alteración que aprecies. Él te indicará las pautas de tratamiento que debes seguir para reducir las molestias.

Recomendaciones
Es importante que antes de iniciar la radioterapia le preguntes a tu oncólogo radioterapeuta, las dudas que tenga sobre cualquier aspecto del tratamiento. Él te podrá responder y asesorar de forma individualizada sobre el mismo.

Dieta durante el cáncer

DESCRIPCIÓN
Durante los años 80, se llegó a afirmar que podría atribuirse a la dieta un tercio de todos los tumores. Sin embargo, con los datos actuales, no es posible formular con precisión cuáles son los cánceres relacionados con la dieta y qué componentes son los responsables. Los alimentos son mezclas muy complejas de nutrientes, que incluyen aditivos y sustancias mal conocidas, y que pueden verse completamente alterados por los procesos de cocción y de conservación.
Revisaremos brevemente los principales factores dietéticos que se han relacionado con el cáncer, y las estrategias para su prevención.

GRASAS Y OBESIDAD
.
  La dieta rica en grasas saturadas favorece el desarrollo de cáncer de mama --tanto espontáneo como producido por productos químicos--, lo que podría ser debido a que las grasas saturadas determinan cifras elevadas de estrógenos (un tipo de hormonas sexuales femeninas) circulantes. De forma más vaga, la dieta rica en grasas y el sobrepeso también se han relacionado con cáncer de colon, ovario, útero (endometrio) o páncreas.

FIBRAS, FRUTAS Y VEGETALES
  Se ha propuesto que la dieta rica en fibra vegetal puede reducir el riesgo de padecer cáncer de colon, lo que podría deberse a que al aumentar el volumen y velocidad de tránsito de las heces, se reduce la concentración y el tiempo de exposición a carcinógenos en el intestino.

CARCINÓGENOS EN LA COMIDA
  Los alimentos pueden contener sustancias cancerígenas naturales, como la cafeína --relacionada con el cáncer de vejiga--, hongos como la aflatoxina -- relacionada con el cáncer de hígado--, contaminantes de residuos industriales o pesticidas. El consumo de nitratos se ha relacionado con el cáncer de estómago; los nitratos se reducen a nitritos por las bacterias del tubo digestivo, con producción de unas sustancias de efecto cancerígeno llamadas nitrosaminas. Los pescados congelados y ahumados y las carnes curadas son especialmente ricos en nitrosaminas.
También se ha señalado que el consumo de carnes a la brasa genera hidrocarburos aromáticos, que son cancerígenos. Además, muchos alimentos contienen estos hidrocarburos aromáticos policíclicos, tales como el bonito ahumado, el aceite de coco y las salchichas.

ALCOHOL
  El 90 % de la población consume alcohol, que podría actuar como un co-carcinógeno, no directamente sino a través de su metabolito el acetaldehído. El alcohol se ha vinculado con muchos cánceres asociados al tabaco --cavum, faringe, laringe, esófago--, con el cáncer de hígado, y de forma menos consistente, con el cáncer de mama y de colon-recto. También se ha propuesto que el vino tinto a muy bajas dosis podría tener efecto protector, además de sobre las enfermedades cardiovasculares, sobre algunos tumores.

VITAMINAS
  Los beta-carotenos --precursores de la vitamina A, presentes en vegetales de hojas verdes y frutas y vegetales amarillo-naranja-- tienen propiedades antioxidantes y podrían proteger frente al cáncer de pulmón. La vitamina C (ácido ascórbico) reduce los nitritos, evitando la formación de nitrosaminas. La vitamina E (tocoferol) también evita la formación de nitrosaminas e impide la oxidación de las grasas insaturadas. Sin embargo, no existe evidencia de que los suplementos de ninguna vitamina puedan prevenir ningún tumor en concreto.
Así, se pueden dar a la población general algunas recomendaciones dietéticas, a la luz de los conocimientos actuales:
1.Consumo diario de frutas y vegetales.
2.Consumir 20-35 gramos de fibra al día.
3.Ajustar el ejercicio físico a la ingesta, manteniendo el peso corporal.
4.Limitar el consumo de alcohol diario.
5.Consumo de grasas:
Menos del 30 % del aporte calórico total, y a expensas de mono-insaturadas.
Las grasas saturadas no deben superar el 10 % de calorías totales.
Las grasas poliinsaturadas no deben superar el 6 % de calorías totales.
6.Reducir el consumo de salazones y ahumados.